En la imagen de la campaña, la modelo brasileña Adriana Lima posa en Haití para el objetivo del fotógrafo Russell James. Él la ha retratado con un mono verde (que ronda los 1.500 euros) junto a dos jóvenes haitianos que permanecen al margen de la escena, entre sorprendidos y ajenos a lo que sucede. Las redes se han encendido con esta campaña, y muchos han tachado a la campaña de "racista", "equivocada" o incluso "imperialista".
Según argumentan desde la firma estadounidense, la campaña "infunde el vibrante espíritu de Haití con la sexy inspiración de Nueva York". De hecho, los portavoces de la firma han asegurado que lo que la campaña busca es dar a conocer la cultura haitiana, algo que tampoco queda demasiado claro en las imágenes, en las que solo se ve a un par de chicos sentados detrás de la supermodelo.
Desde la firma aseguran que la intención de la diseñadora no es ofender. "Donna Karan ha estado profundamente comprometida en apoyar y dar confianza a Haití desde el terremoto. A través de sus experiencias personales allí, Haití fue una inspiración natural para la colección de primavera 2012. El objetivo de la campaña es celebrar la cultura y la creatividad de la gente de Haití". Donna Karan siempre ha estado muy activa en la reconstrucción del país caribeño, ya que considera Haití como su "pasión personal". De hecho, Karan tiene una fundación, llamada Hope Help & Rebuild Haiti (Esperanza, Ayuda y Reconstrucción para Haití) que busca ayudar a los isleños tras el terremoto que asoló la isla en enero de 2010 y que causó 300.000 muertos y cientos de miles de desplazados, y ha viajado a la isla media docena de veces. El pasado septiembre, acompañada de Bill Clinton, acudió a visitar la isla y a dar su apoyo a los desplazados.
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