Las personas con este trastorno pueden tener un gran miedo a aumentar de peso, incluso cuando están con peso insuficiente. Ellas pueden acudir a dietas extremas, ejercicio excesivo u otros métodos para bajar de peso.
CAUSAS
No se conocen las causas exactas de la anorexia nerviosa. Muchos factores probablemente estén implicados. La genética y las hormonas pueden jugar un papel. Las actitudes sociales que promueven tipos de cuerpos delgados poco realistas también pueden contribuir.
Más y más evidencia se aparta de la idea de que los conflictos dentro de una familia pueden contribuir a éste u otros trastornos alimentarios. La mayoría de las organizaciones de salud mental ya no apoyan esta teoría.
Los factores de riesgo abarcan:
- Ser un perfeccionista
- Sentir una creciente preocupación o atención por el peso y la figura
- Tener problemas alimentarios y gastrointestinales durante la primera infancia
- Tener un padre o una madre con anorexia o adicciones
- Tener padres que viven preocupados por el peso y el adelgazamiento
- Tener una imagen negativa de sí mismo y un alto nivel de sentimientos negativos en general
- Sufrir un cambio de vida estresante, como un nuevo trabajo o mudarse, o situaciones como una violación o maltrato
SINTOMAS
Para que le diagnostiquen anorexia, una persona debe:
- Tener un miedo intenso de aumentar de peso o engordar, incluso cuando su peso es insuficiente
- Negarse a mantener el peso en lo que se considera normal o aceptable para su edad y estatura (15% o más bajo del peso esperado)
- Tener una imagen corporal que está muy deformada, estar muy concentrada en el peso corporal o la forma y negarse a admitir o reconocer la seriedad de la pérdida de peso
- No haber tenido su período menstrual durante tres o más ciclos (en mujeres)
- Cortar el alimento en pedazos pequeños o moverlos alrededor del plato en lugar de comérselos
- Hacer ejercicio a toda hora, incluso cuando hay mal tiempo, están lastimadas o están muy ocupadas
- Ir al baño inmediatamente después de las comidas
- Negarse a comer en torno a otras personas
- Usar pastillas que las hagan orinar (diuréticos), tener deposiciones (enemas o laxantes) o que disminuyan su apetito (pastillas para adelgazar).
El mayor desafío en el tratamiento de la anorexia nerviosa es hacer que la persona reconozca que tiene una enfermedad. La mayoría de las personas que sufre este tipo de anorexia niega tener un trastorno alimentario y, con frecuencia, ingresan al tratamiento cuando su afección está bastante avanzada.
Los objetivos del tratamiento son primero restaurar el peso corporal normal y los hábitos alimentarios. Un aumento de peso de 1 a 3 libras por semana se considera una meta segura.
Se han diseñado muchos programas diferentes para tratar la anorexia. Algunas veces, el aumento de peso se logra usando horarios para comer, disminuyendo la actividad física e incrementando la actividad social, ya sea de manera ambulatoria o como paciente hospitalizado. Muchos pacientes comienzan con una estadía corta en el hospital y siguen en control con un programa de tratamiento diario.
Los profesionales de la salud que por lo general están involucrados en estos programas incluyen enfermeras profesionales, médicos, un nutricionista o dietista y profesionales en salud mental.
El tratamiento a menudo es muy arduo y requiere trabajo duro por parte de los pacientes y sus familias. Probablemente se ensayarán muchas terapias hasta que el paciente logre vencer este trastorno.
Los pacientes pueden marginarse de los programas si tienen expectativas poco realistas de "curarse" con la terapia sola.
Aunque una corta estadía en el hospital es una forma común de comenzar el tratamiento, una hospitalización más prolongada puede ser necesaria si:
- La persona ha perdido mucho peso, como estar por debajo del 70% de su peso corporal ideal para su edad y estatura. La desnutrición grave y potencialmente mortal puede requerir alimentación intravenosa o una sonda de alimentación.
- La pérdida de peso continúa a pesar del tratamiento.
- Se presentan complicaciones médicas, como problemas de frecuencia cardíaca, confusión o niveles bajos de potasio.
- La persona sufre una depresión grave o piensa cometer suicidio.
- La terapia individual cognitiva conductista, la terapia de grupo y la terapia de familia han sido todas efectivas.
- El objetivo de la terapia es cambiar los pensamientos o comportamiento de un paciente con el fin de estimularlo a comer de un modo más sano. Esta clase de terapia es más útil para tratar a los pacientes más jóvenes que no hayan tenido anorexia durante mucho tiempo.
- Si el paciente es joven, la terapia puede involucrar a la familia entera. Los métodos más nuevos miran a la familia como una parte de la solución, más que la causa del trastorno alimentario.
- Los grupos de apoyo también pueden ser una parte del tratamiento. En estos grupos, los pacientes y las familias se reúnen y comparten lo que les ha pasado.
Fuente: nlm.nih.gov
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